COOPERAR PARA APRENDER

"La cooperación es la convicción plena de que nadie

puede llegar a la meta si no llegamos todos"

(Virginia Burden)

El trabajo cooperativo ha sido siempre una prioridad en mi práctica docente, por diferentes motivos, entre los que destaco:

· Promueve el aprendizaje significativo, partiendo de la construcción del conocimiento a través de la interacción y de la búsqueda de soluciones entre sus miembros.

· Todo el grupo depende de cada uno de sus miembros, lo que consigue que tengan que apoyarse unos en otros de forma permanente para conseguir un objetivo común. Esto responsabiliza a cada uno de su parte del trabajo.

· Además del trabajo en equipo, promueve valores como la responsabilidad, la comunicación y la solidaridad.

· Mejora las relaciones interpersonales y las habilidades sociales, imprescindibles para avanzar como personas en nuestra sociedad actual.

· Facilita la integración y la atención a la diversidad, mediante estrategias como la tutoría entre iguales.

Aunque debemos de tener en cuenta que existe una gran diferencia entre el trabajo cooperativo y formar grupos de alumnos para que realicen las tareas establecidas. Porque trabajar en grupo NO es sinónimo de esta forma de trabajo, si no se establecen diferentes estrategias que impliquen a cada uno de los alumnos para la consecución del objetivo final.

Para la creación de los grupos establezco diferentes roles, después de haber hecho un estudio de las características de cada uno de los alumnos. Aunque trato de ir cambiando dichos roles para que los alumnos no se encasillen en su papel dentro del grupo y porque es necesario que el alumno se meta en la piel de cada uno de estos roles.

Utilizo diferentes estrategias para cada una de las tareas, siempre teniendo en cuenta el momento de la tarea en el que nos encontremos. De esta forma uso las siguientes estrategias: 1 – 2 – 3, folio giratorio, lápices al centro, mapa conceptual a 4, gigsaw o grupos de expertos, entre otras.

La elección de cada una de las estrategias facilita a los alumnos su aprendizaje y la conclusión de las tareas, por lo que es fundamental una elección adecuada de cada estrategia.

El trabajo cooperativo con otros docentes, muchas veces resulta complicado porque muchos presentan carencias en la interacción y en la participación en proyectos de estas características, pero habitualmente se puede trabajar con docentes que impulsan este tipo de trabajo en sus aulas. Uno de los proyectos que me ha facilitado una colaboración con otros docentes fuera de mi centro educativo ha sido mediante diferentes proyectos telecolaborativos, en los que nos hemos coordinado mediante diferentes plataformas. Una de ellas ha sido Edmodo transformada en una red social el tipo vertical en el que se iban alojando las tareas colaborativas entre ambos centros. También nos coordinábamos mediante videoconferencias en diferentes plataformas como Zoom y Hangouts (actualmente Meet).

En la situación actual, se hace necesario establecer nuevas estrategias que posibiliten una interacción entre los alumnos que consiga que el alumnado tenga conciencia de trabajo colectivo, porque en muchas ocasiones el trabajo online sin una interacción física consigue que se desvirtúe la sensación de crear “juntos”. Trabajar desde plataformas como Drive en donde todos pueden trabajar a la vez, unidas a sesiones de videoconferencias entre ellos puede llevar a que esta sensación permanezca.

Cabe señalar que antes de iniciar este tipo de prácticas, es necesario desarrollar una conciencia digital sobre los peligros que pueden existir en la Red y cómo podemos evitarlos. La seguridad en Internet es fundamental para todos y especialmente para el alumnado, ya que son más vulnerables.